La educación en casa por COVID-19
¡Muchos padres se están volviendo locos por la cuarentena!, pero… ¿por qué?
Las clases han comenzado de nuevo y la única manera de poder continuar con la educación de los niños es desde casa.
Durante esta semana he leído en diferentes lugares y escuchado a amigos y familiares lo difícil que ha sido para ellos que sus hijos se concentren haciendo sus actividades, incluso algunos diciendo que les han dejado demasiadas tareas.
Pero por otra parte están los maestros quiénes han salido a responder las quejas o a defender su postura, pero esto va más allá sobre quién tiene la razón o no.
¿Por qué será tan difícil que nuestros niños se concentren en casa?
No soy una persona experta en el tema pero me puse a investigar y también analicé mi entorno con respecto a mis experiencias y con el resto de las personas.
En nuestras casas existen diferentes factores que no ayudan a crear un ambiente apto para el trabajo, entre ellos se encuentran:
1- El aspecto socio-económico:
Definitivamente no todos los niños cuentan en sus casas con los recursos necesarios para continuar sus clases, desde los recursos tecnológicos, material didáctico, mobiliario, internet y aunque existen diferentes formas de estudio siempre será una limitante no contar con lo básico.
2- El espacio:
Es muy importante que al momento de llevar a cabo las clases los niños se encuentren en un espacio fuera de distracciones que interrumpan su concentración, no todas las familias cuentan con el espacio suficiente en sus casas o comodidades para que así sea, en esta etapa la mayoría de las personas se encuentran resguardadas en sus casas y algunas pueden ser familias muy numerosas o tal vez, no respetan los tiempos de las actividades de cada persona, por lo que en lugar de ser nuestra casa un lugar tranquilo para estudiar se convierte en un lugar estresante.
3- El tiempo:
Es muy difícil, realmente difícil respetar las horas del día. Nuestras rutinas han cambiado, no tenemos que salir de casa para estudiar, estamos dentro de ella y por la misma situación se convierte en un círculo vicioso en el que nos dormimos tarde, nos levantamos tarde, comemos mal, no nos bañamos, hay ruido en casa. Empleamos el : “ahorita” y el “ahorita” nunca llega. ¿Será acaso que no estamos acostumbrados?
4- Los nuevos maestros:
Si bien, las clases se han vuelto virtuales y se está en comunicación con los maestros, los padres han entrado en acción asesorando y supervisando a sus hijos 24/7, pero no se les enseñó como ser maestros, como ser pacientes con las tareas ni como responder dudas. ¿Te imaginas lo frustrante que es no saber como responder a tu hijo una ecuación o explicar una teoría?, ¿como debemos actuar ante esta situación?. Como sea el caso, la paciencia se convierte en un arte que pronto tendremos que dominar.
5- INTERNET, DISPOSITIVOS MÓVILES, VIDEOJUEGOS:
¡ALTO AQUÍ!, creo que este es un problema y una bendición, un círculo vicioso que se ha convertido como un mal necesario.
Básicamente si tuviéramos que enumerar los motivos por los cuales es difícil la concentración para hacer las tareas, poner atención a las clases, peleas, berrinches, insomnio, etc. podríamos decir que son estas que acabamos de comentar.
¿Qué acciones son las que podemos emplear para que presten mayor atención y puedan concentrarse en nuestras casas?
Son muchos factores que integran esta incógnita, pero aprovechando el confinamiento en realidad es en cierta forma es positivo que se puedan reconectar padres e hijos, se apoyen mutuamente en el aprendizaje escolar y su relación sea aún más cercana.
Ver qué estábamos haciendo mal para tratar de mejorarlo y a su vez que nuestros hijos prueben otras actividades y cambien un poco su rutina diaria.
Me encantaría saber qué estás haciendo tú para pasar este confinamiento escolar.
¡Cuéntanos!
Lo que acabas de leer es de mi propia autoría basado en experiencias pasadas.
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